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Polybius, el arcade del terror



Viajemos atrás en el tiempo hasta 1981, en la ciudad de Portland, Oregón. Allí se distribuyeron un número escaso de ejemplares de un nuevo videojuego, supuestamente en pruebas por parte de la compañía. El juego, según los que afirman haberlo jugado, era de gráficos vectoriales, en él manejábamos una nave que disparaba a una serie de enemigos mientras las fases se desarrollaban con una mecánica tipo puzzle. Asimismo todos los testigos coincidían en que una particularidad del juego era que no movíamos la nave con el mando, sino que hacíamos rotar la pantalla alrededor de la nave. El juego constituía una revolución en lo visto hasta ahora, y su aspecto gráfico, de colores vivos y abundantes efectos lumínicos, constituyó una fuerte llamada de atención para todos los fanáticos de lo pixelado.

La versión paranormal

Pero sería a los pocos días cuando se comenzaría a forjar la leyenda más oscura del mundo del arcade: las personas que jugaban a ese juego referían terribles pesadillas, despertarse en mitad de la noche sumidos en un completo pánico o tener súbitos problemas de memoria. Esto se agravaba en un terrible círculo vicioso debido a que muchos de estos jugadores decían verse impulsados a jugar reiteradamente al juego, sin ser capaces de contemplar la máquina sin echar una moneda en ella. A esto se le añadía el curioso detalle de que el juego estaba firmado por una desconocida compañía con el nombre de Sinnesloschen, que en alemán vendría a significar "pérdida de los sentidos".

La versión conspiranoica

Esto no es todo. Aún no hemos mencionado que otros tantos asiduos a este videojuego aseguraron ver a hombres vestidos de traje negro tomando anotaciones de quiénes habían registrado las puntuaciones más altas y, en algunos casos, cambiando la configuración de la máquina. Un par de testigos aseguraron que estos señores se habían olvidado de salir del menú de opciones y que cuando miraron a la pantalla contemplaron atónitos como habían en el mismo parámetros tales como "índice de suicidio", "terrores nocturnos", "amnesia" o "alucinaciones auditivas".
Esto nos lleva a que otro grupo de gente que aseguraba haber probado el susodicho juego aseguraban que habían tenido la impresión de ver por el rabillo del ojo cómo se formaban "caras fantasmales" que recorrían la pantalla o se acercaban hacia la cámara. Pero que cuando miraban fijamente no había nada. Otros aseguran que llegaron a percibir carteles con mensajes subliminales aparecer y desaparecer de la pantalla, de forma que les era imposible captar su mensaje. Alguno afirmaba haber llegado a leer "Kill yourself" en dichos mensajes.

Otros tantos testigos aseguran que creían oir voces bajo los estridentes efectos de sonido del juego. Las versiones en este aspecto difieren tremendamente, refiriendo desde voces ininteligibles, pasando por quejidos de dolor o pánico, hasta voces femeninas lloriqueando y diciendo frases del tipo "¿por que me haces daño?" (esto último da mal rollo sobremanera al señor Powerhead).

Aclaro que este es un juego con graficas de ness o atari..y no es ningun tipo de susto(como el del exorcista) y si lo van a descargar aganlo bajo su propia responsabilidad

si es que se atreven aqui esta la pagina oficial para descargarlo:

http://www.sinnesloschen.com/1.php

 


 

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El Callejón De Las Manitas

Existe en la ciudad mexicana de San Luis Potosí, cierta callejuela situada en un barrio antiguo del Centro Histórico, a la que apodan como el Callejón de las Manitas. En este lugar strecho y oscuro, muchas personas se han llevado más de un susto. Y no es para menos, con la historia macabra que se esconde detrás de tan pintoresco lugar.
Los hechos se remontan al año de 1780, en los álbores de la época colonial. Por aquel entonces llegó a la capital potosina, un sacerdote que se instaló en una humilde casa cuya ventana daba justamente el callejón. El párroco iba a hacerse cargo de dar clases en una escuela para niños humildes.

Era una persona muy piadosa y que gustaba mucho de ayudar a los demás. No tenía mucho, pero lo poco que ahorraba de sus pagos como profesor, lo empleaba en comprar comida y medicinas para los pobres, o en darles algún gusto a sus estudiantes. Así pues, pronto se volvió muy querido entre los vecinos y los niños que se educaban con él.
Un día, el sacerdote salió de su casa a dar una vuelta. Cuando estaba por oscurecer regresaba a su hogar, pero en el camino se topó con un asaltante que intentó robarlo. Al ver que no traía nada de valor con él, el cobarde ladrón lo apuñaló y el religioso se desangró hasta fallecer.
Todos sus conocidos sufrieron mucho la pérdida.
Las autoridades apresaron al maleante que había asesinado al padre y, obedeciendo a la indignada muchedumbre que se congregó para lincharlo, lo castigaron cortándole las manos. Luego ataron las extremidades mutiladas con una cuerda y las colgaron de la ventana de casa del sacerdote, del lado del callejón. Para que todos recordaran que no había crimen que no consiguiera su merecido.
Pero algo raro sucedía en aquel callejón desde entonces. A veces, la gente oía como tocaban la ventana o la pared. También había quienes juraban haber visto aquellas espantosas manos moviéndose y haciendo señas. Todos tenían terror de pasar por ahí.

Así que los gendarmes descolgaron las manos, pensando que ya había sido suficiente. Más grande fue su sorpresa al darse cuenta de que, al día siguiente, volvían a estar colgadas en el mismo sitio.
Pensaron que algún gracioso les había hecho una jugarreta, aunque lo cierto fue que por más que vigilaron, jamás encontraron a nadie que se metiera al callejón a hacer de las suyas. En cambio, era como si las manos se movieran por voluntad propia, para terror de ellos y de los vecinos.
Finalmente hicieron lo único sensato que ameritaba una situación como aquella: incinerarlas. Y con eso pareció solucionarse el bendito problema.
A pesar de todo, se dice que hoy en día, si uno pasa por el callejón a altas horas de la noche, podrá apreciar la silueta fantasmal de unas manos tenebrosas que cuelgan de la ventana y al fantasma de un hombre vestido con sótana, que dobla la esquina y se pierde en el interior.




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La Leyenda de la Planchada


De esta leyenda hay muchas versiones, pero la más sonada ocurrió en el Hospital Juárez, fundado en 1857, y ubicado desde entonces en el cruce de las calles José María y Fray Servando, colonia Centro. Se dice que en ese lugar trabajó una atractiva mujer llamada Eulalia, cabello rubio y ojos claros, pero lo más característico de ella era su uniforme bien planchado y limpio.



La planchada

Cuentan que además de ser muy bella, también estaba muy comprometida, en todo momento mostraba amabilidad, tanto con el personal como con los pacientes, y así siguió, hasta que una mañana llegó al hospital un joven médico de nombre Joaquín, que, según se dice, era un hombre guapo, alto e inteligente.

Pero en aquella ocasión Eulalia no tuvo el gusto de hablar con él, ya que se encontraba atendiendo a uno de sus pacientes, tiempo después supo por voz de otros que el nuevo doctor era arrogante y grosero, por lo que no le interesó tener trato con él.


Un día le pidieron que ayudara al doctor Joaquín a extraer una bala de un paciente, en ese momento surgió el flechazo, varias veces le advirtieron a Eulalia que ese hombre no era buena persona y que además tenía amoríos con otras enfermeras, pero ella no hizo caso y en pocos días se hicieron novios.


Fachada Hospital Juárez

Al paso de un año, él le propuso matrimonio, situación que llenó de alegría a la enamorada enfermera, sin embargo tenían que esperar un poco para la boda, ya que el doctor Joaquín tenía que viajar durante 15 días a un seminario. Antes del viaje, él le pidió que le planchara un traje y que en la tarde pasaría por él, cuando el médico pasó a recoger el tacuche, se despidió, no sin antes prometer amor eterno.



Así pasaron varios días, ella atendiendo a los enfermos con la devoción que la caracterizaba. En una ocasión se encontraba en uno de los pasillos del hospital cuando una mano en la espalda la sorprendió, era un joven enfermero que se acercó a ella, para invitarla a una fiesta y de paso le confesó su amor, ofendida respondió que no, y le recordó que ella sostenía una relación con el doctor Joaquín.

Pero en aquella ocasión Eulalia no tuvo el gusto de hablar con él, ya que se encontraba atendiendo a uno de sus pacientes, tiempo después supo por voz de otros que el nuevo doctor era arrogante y grosero, por lo que no le interesó tener trato con él.

A partir de ese momento la vida de Eulalia cambiaría, ya que se enteró por boca de ese joven que su enamorado se encontraba de luna de miel y que además había renunciado al hospital. Con la esperanza de que aquello fuera mentira, corrió al registro para averiguar si la noticia era cierta, y efectivamente, él había renunciado.
 
A raíz de ello, la enfermera impecable y amable se fue, se volvió una mujer amargada y que además dejó de realizar su trabajo con el mismo entusiasmo. Dejó de preocuparse por su aseo personal, además de que también descuidó a sus pacientes, maltratándolos y causando la muerte de muchos al no medicarlos correctamente.



Corrieron los años y ella cayó enferma, formando parte de los pacientes del Hospital Juárez. Se cuenta que ella se arrepintió de causar tanto sufrimiento a los internos y hasta antes de morir lo hizo saber. Desde el día de su muerte se dice que ronda el alma en pena de la enfermera por el hospital para pagar su culpa y hay quienes aseguran haberla visto con su uniforme bien planchado y limpio.
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Polifagia, El Caso Tarrare: El Hombre Con Hambre Interminable.



La polifagia no es una isla de antropófagos en la Polinesia, sino un trastorno físico que implica un incremento anormal del apetito, asociado con frecuencia a ciertos tipos de diabetes, hipertiroidismo, bulimia y otras 

En años recientes, el término ha adquirido otras connotaciones debido a las competencias televisadas de consumo de grandes cantidades de alimentos, como perros calientes, pizzas o hamburguesas, pero ninguno de los participantes se compara con el polífago más famoso de la historia.

Tarrare nació durante la década de 1770 en el seno de una familia campesina francesa que vivía en las cercanías de Lyon. Desde muy joven su falta de saciedad se hizo notable, pues se decía que podía comerse hasta la cuarta parte de una vaca y seguir con hambre, y llegó hasta el punto de comerse el césped alrededor de la casa familiar, de la que finalmente fue expulsado.

Tarrare se unió a los bandidos y salteadores de camino, dedicándose a robar todo cuanto pudiese comerse, hasta que fue descubierto por un vendedor charlatán que lo empleó como acto introductorio a su venta de medicinas dudosas. En ese acto comía piedras, canastas de manzanas y hasta animales vivos, como gatos y ratas. Esta dieta le provocó una obstrucción intestinal y lo llevó a un primer viaje al hospital.

Al recuperarse, ya en plena efervescencia de la Revolución francesa, se unió al ejército, donde se convirtió en un problema para la logística, ya que era capaz de comerse las raciones de quince soldados y continuar hambriento.



Volvió a ser hospitalizado debido a un sentimiento de fatiga crónica y fue cuando los  médicos comenzaron a estudiar la polifagia de Tarrare, y a experimentar hasta dónde podía llegar. Se dice que llegó a tragarse una anguila viva, sin masticarla, a beber sangre de los heridos y comerse las cataplasmas, y finalmente, tras la misteriosa desaparición de un bebé, lo sacaron del hospital y de la milicia.

Tarrare no fue el único caso registrado de polifagia durante ese período. Se sabe de un soldado polaco que se pasó a los franceses y que luego fue capturado por los ingleses, Charles Domery (o Domerz), que llegó a comerse 178 gatos en un año y devoró la pierna perdida por un compañero debido a un cañonazo.



También se cuenta que mientras fue prisionero de los ingleses se comió más de veinte ratas y varias velas, pero su caso no está tan documentado como el de Tarrare.

Tarrare era un hombre de estatura mediana y delgado, pesaba alrededor de 50 kg, y los que lo conocieron decían que olía terriblemente mal, incluso a veinte pasos de distancia. Tras pasar unos años en el anonimato, apareció en un hospital de Versalles en 1798 manifestando fuertes dolores abdominales. Él creía que la causa de su malestar residía en un tenedor de plata que se había tragado, pero se le diagnosticó una tuberculosis en fase terminal y, después de una terrible diarrea, finalmente murió.

La autopsia reveló una deformación de la amígdala, una parte del cerebro, que podría ser la causa de su hambre insaciable, y un esófago inusualmente grande. El hedor de la descomposición era tal que los médicos no pudieron seguir examinándolo y se enterró rápidamente el cadáver.

A pesar de su fama en la historia no quedó el registro de su verdadero nombre, algunos historiadores han especulado con que el origen del apodo podría estar en una expresión de la época, “Bom-bom tarrare!”, usada cuando había una gran explosión y con la que aludían a las terribles flatulencias del campesino y soldado. Si es así sería el primer caso en que un nombre inspirado en esta función orgánica alcanza tales dimensiones históricas, dignas del hambre insaciable de Tarrare.


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Historias de Miedo del Metro de la Ciudad de México

El metro es uno de los lugares y medios de transporte más cotidianos de la ciudad. Diario es usado por miles de personas, y como era de esperarse, existen muchos misterios alrededor de él.



METRO PINO SUÁREZ 

Dicen que una noche del 2001 cuando el metro termina de dar servicio,  Don Guillermo, uno de los encargados de revisar que todo esté bien en las vías, estaba solo haciendo su habitual inspección, cuando de pronto se encontró  a un hombre que hacía exactamente lo mismo. Don Guillermo se desconcertó, pues él conocía a todos los cuidadores que estaban en el turno, y este señor definitivamente no era uno de ellos. Le preguntó su nombre y sus datos, y el misterioso señor le contestó cosas que daban a entender que sí trabajaba ahí. Pero como buen mexicano desconfiado, don Memo lo reportó a su jefe, de todas formas. El jefe, sorprendido, le enseñó fotos del misterioso trabajador, y le contó que había muerto hace algunos años, y que además, no había sido el único que se lo había encontrado: el muertito diario pasaba a esa misma hora. Resulta que en vida lo arrolló un vagón descompuesto mientras él revisaba las vías.

En esta misma estación se rumora que hay un túnel, que supuestamente es visible, por el que desvían los vagones cuando alguien se suicida en las vías.



METRO MERCED

Se rumora que en los años 80, más o menos a las dos de la tarde, un señor en el andén empezó a gotear sangre, por debajo de su abrigo. No se sabe exactamente como, pero algunas personas que estaban cerca se dieron cuenta de que el señor llevaba escondidas dos manos de mujer, llenas de joyas.  Es una historia muy perturbadora, pero a nosotros nos suena a cuento chino.

LÍNEA 3

En esta línea, muchas personas dicen haber visto rondando por las vías a una rata gigantesca. Hay muchas versiones, pero en ninguna es una rata normal. Unos dicen que es un demonio, otros dicen que es el hombre rata, y unos más dicen que es el hombre topo.

TAXQUEÑA-CUATRO CAMINOS…. Y MÁS 

Se rumora que Cuatro Caminos no es la última estación viniendo de Taxqueña. Dicen que el metro llega a una estación secreta hecha únicamente para militares, que está cerca del Toreo. Fue diseñada para que el ejército llegue al Zócalo rápidamente si se llega a presentar una emergencia.  



OTRAS ESTACIONES

Dicen que hay túneles y vías que te llevan a estaciones fantasmas (no estaciones con seres, sino estaciones abandonadas). Pero lo más fumado de estos rumores de lugares secretos, es que si logras quedarte en un vagón después de que terminen los servicios, o sea, si te quedas dormidote y al de la limpieza le da cosa despertarte, el tren recorre varios lugares, entre los que se encuentra un lago subterráneo.

Hubo una época en las que constantemente había amenazas de bombas en el transporte público. Los cuidadores del metro encontraban bolsas o maletas sospechosas, pero no tenían explosivos, sino ropa, joyas, y toda clase de artículos robados. Cuenta la leyenda que, en un chequeo de esos, encontraron una bolsa con un feto humano.

Otra leyenda ochentera cuenta que había un asesino rondando por distintas líneas. Su modus operandi consistía en aventar a las vías a las personas que estaban más cerca. Esto lo hacía en cuanto el vagón salía del túnel. Después, el asesino se iba tranquilamente. Ante el asombro y la perturbación, la gente era incapaz de reaccionar ante lo que acababa de pasar. Nunca se supo la identidad del asesino.



Estas son sólo las leyendas más conocidas del metro, sin embargo sabemos que hay muchísimas más que tal vez no han salido a la luz todavía. ¿Ustedes cuáles se saben? 
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La Leyenda del Auto Rojo de Cuernavaca

Esta leyenda de terror afirma que cada cierto tiempo se suele observar, en la carretera que une a Cuernavaca con la Ciudad de México, a un vehículo de color rojo conducido por un grupo (mencionan desde tres hasta cinco) bellas e impactantes mujeres. Las féminas van gritando de alegría y felicidad, como que van hacia una fiesta e invitan a quienes se acercan a subirse al vehículo.




Para lograr su objetivo recurren a todo tipo de artilugios como mostrarles parte de su cuerpo, propuestas indecentes, en fin recurriendo a todos sus encantos para que el desprevenido transeúnte se suba al carro….que será lo último que haga en su vida.


Poco tiempo después el cadáver del desdichado aparecerá al costado de algún camino rural, con su cuerpo recubierto de extraños símbolos y con síntomas de haber sido torturado bajo rituales satánicos. Sólo los hombres pueden ver este vehiculo y quienes han resistido la tentación de subirse al mismo (muy contadas excepciones) han manifestado que el color escarlata que decora al vehículo es la sangre de los incautos que no han podido resistir el impulso de obedecer a las hermosas mujeres.


Estas mujeres no son más que brujas en busca de almas para realizar sus rituales o incluso demonios que adoptan la forma femenina para atraer a los incautos.


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Sarah y Jennifer las Hermanas Malditas

Esta historia pasó hace muchos años en un lugar alejado de la ciudad, en un pueblo de Nueva Jersey, no se sabe si lo que pasó fue verdad o si es sólo una leyenda; pero los inquilinos que ahora viven en la casa donde ocurrió la desgracia dicen que a veces por las noches oyen los gritos de una chica y los llantos de otra chica, de voz parecida a la de la primera, pero más bonita y clara, como si fueran las voces de dos hermanas adolescentes.



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El Diablo de Traki

En el año 2007 circularon rumores de apariciones del mismísimo demonio en varias ciudades de Venezuela. La primera corrio aproximadamente en el mes de marzo en Ciudad Traki de Lecherias (Puerto la Cruz, edo. Anzoátegui) Para esas fechas cierto individuo de buena presencia rubio, ojos azules, vestido de negro fue visto varias veces entrar en dicha tienda. Las atentas vendedoras se encontraban entusiasmadas con el extraño pero atractivo visitante el cual solo se limitaba a observar.

Cuentan que al tercer día aquel hombre elige a una de las vendedoras para que lo acompañara a medirse unas ropas, una de las versiones cuenta que bajo la puerta de vestidor el individuo asomo la cola, la chica grito, seguidamente los compañeros corrieron auxiliarla y al llegar al vestidor encontraron a la joven desmayada y en el vestidor al lado de ella un charco de sangre, testigos del hecho afirman que la chica quedo en coma después de aquella visión.

Otra versión cuenta que la chica al ver que tardaba en salir aquel hombre del vestidor abre la puerta y se encuentra cara a cara con el demonio el cual desaparece dejando en su lugar una columna de humo. Existen rumores que al revisar los videos de las cámaras de vigilancia, notaron que lo único que veían acompañando a la joven era un montón de ropa flotando

Lo cierto es que la tienda después de los extraños acontecimientos cerro varios días pudiéndose leer un cartel que decía: “Por favor no preguntar por lo que aquí sucedió”


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Cuento de Terror - La Chica de la Curva



Existen diferentes versiones, pero todas ellas tienen un denominador común: una joven enfundada en un vestido blanco. Cuenta la leyenda que un padre de familia volvía del trabajo a casa por la carretera de las Costas del Garraf. Era una noche lluviosa, el frío empañaba el parabrisas y el cansancio empujaba sus párpados hacia abajo. A medida que avanzaba por la carretera, las gotas golpeaban con más violencia los cristales de su coche, que perdía estabilidad en el serpenteante trazado del asfalto.

El hombre agudizó los sentidos y redujo la marcha. En ese mismo instante, los faros del vehículo iluminaron la figura de una chica que, empapada por la lluvia, esperaba inmóvil a que algún conductor se apiadara de ella y la llevara a su destino. Sin dudarlo ni un momento, frenó en seco y la invitó a subir. Ella aceptó de inmediato, y mientras se sentaba en el lugar del copiloto, el chofer se fijó en su vestimenta. Llevaba un vestido blanco de algodón arrugado y manchado de barro. Por su pelo enmarañado, parecía que llevaba un buen rato esperando.

Reanudó el viaje y empezaron una distendida conversación en la que la chica esquivó en varias ocasiones la historia de cómo había llegado hasta aquel lugar. Hasta que llegó el momento idóneo. Con una voz fría y cortante, le pidió que redujera la velocidad hasta casi detener el vehículo. “Es una curva muy cerrada”, le advirtió. El hombre siguió su consejo y, cuando vio lo peligroso que podría haber sido, le dio las gracias. Ella, con voz cortante y fría, le espetó: “No me lo agradezcas, es mi misión. En esa curva me maté yo hace más de 25 años. Era una noche como ésta.” Un escalofrío recorrió la espalda del hombre y erizó su piel. Cuando giró la vista hacia el copiloto, la joven ya no estaba. El asiento, sin embargo, seguía húmedo.

Esta escena se ha repetido en otros lugares de España, como en Mallorca o Bàscara (Girona).
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Cuento de Terror- La Niña del Espejo



Esto le sucedió a una niña y a su hermano. La niña era muy inocente, por lo cual tenia mucho miedo de los sucesos paranormales. Tanto así que, si el hermano se atrevía a contarle una historia sobre fantasmas, la niña no podía dormir por lo menos 1 noche.

El hermano, para divertirse y para quitarle los miedos, le contaba este tipo de historias muy seguido, casi siempre inventadas. Un día, la niña vio a su hermano haciendo algo en su habitación —la de la niña —. Ella no sabía qué estaba haciendo el allí, pero estaba decidida a averiguarlo, ya que, temía, le estuviera robando sus chocolates.

Entonces, esperó sentada en la cocina hasta que su hermano saliera de allí. La niña esperó dos minutos desde el momento en que este salió de la habitación y entró a investigar. Cuando fue a revisar si sus chocolates seguían en su lugar, observo que sí estaban. O, al menos la caja, ya que no revisó dentro.

La noche de ese mismo día, la niña, antes de irse a dormir, decidió compartir sus chocolates con su hermano. por lo cual, fue a buscar uno, pero, cuando abrió la caja, se asustó tanto que quedó paralizada por, al menos, 2 minutos. Su inmaduro hermano había dejado una tarántula dentro de esta y se había comido todos sus chocolates. Luego de recuperarse del susto, salió de su habitación gritando y llorando: «¿Por qué hiciste eso?», »¿Qué te hice yo?», «Hermano, ¿Por qué te comiste mis chocolates y dejaste a ese horrible bicho dentro de la caja?». Entró en la habitación del hermano y, notó, este estaba durmiendo. Entonces, le golpeó su cara, y este se despertó de un salto. Cuando la vio en ese estado, no recordó lo de la tarántula. Por lo cual, le preguntó qué había sucedido.

 —Tú sabes bien qué me sucedió —Le contestó —¿Por qué lo hiciste?

En ese momento, el hermano lo recordó y estalló de la risa. Al terminar de reír, le pidió perdón a su hermanita, pero esta no quería verlo. Tanto era su enojo que, cuando él se le acercó, levantó un cuchillo atenta, para, cuando el cuerpo de su hermano esté a su alcance, poder clavárselo justo en el pecho. El hermano de la niña se asustó tanto que decidió solo pedirle perdón y retirarse a dormir nuevamente.

Esa noche, la niñita no pudo dormir. Durante el día, tenía que hacer demasiadas cosas. Por lo cual, tampoco durmió. En la noche, ella seguía aterrorizada y no pudo dormir. Estaba muy cansada, pero, cuando se iba a dormir, se imaginaba lo peor, empezaba a recordar todas las historias que le contó el hermano y no lograba conciliar el sueño, A la mañana siguiente, los padres llegaron a la fiesta a la que habían asistido y la encontraron quieta con los ojos abiertos y pálida tendida en su cama. La niña había muerto traumatizada por su propia mente.

Luego de este acontecimiento,el niño contó que, todas las noches, sentía puntazos en el pecho como si le estuvieran clavando un cuchillo, pero tanto él, como sus padres lo relacionaban con alguna enfermedad o con simples puntadas. Estos últimos lo llevaron al hospital más cercano, para que revisaran su estado de salud y para saber qué era eso que él sentía. El medico explicó que el chico estaba en perfecto estado de salud y no atribuía esa sensación a algo físico, sino más bien a algo mental. Por lo cual, lo llevaron a un psicólogo, quien, al hablar con el chico, se dio cuenta que este se sentía responsable por la muerte de su hermanita y, probablemente, se imaginaba a su hermanita clavándole el cuchillo con el que lo amenazó. Le explicó varias formas de eliminar esa sensación. El chico las aprendió una por una y, en la noche, las intentó en vano, pero continuaba sintiendo el dolor.

Un día, arreglándose en el espejo, vio a su hermanita detrás de él a punto de clavarle el cuchillo que llevaba en su mano en la espalda. La niñita estaba llorando y balbuceaba algo. Rápidamente, se dio vuelta, pero no había nada. Cuando volvió a ver el espejo, la niñita ya le había clavado el cuchillo. En ese momento, sintió el dolor profundo del cuchillazo, y, cuando miro su espalda, notó, estaba sangrando con una herida de mas de 10 cm. Después de esto no volvió a mirarse al espejo nunca mas, pero le era inevitable ver a su hermana clavándole el cuchillo en diferentes lugares cada vez que pasaba frente a un espejo. Por lo cual, decidieron tirar todos los espejos.

Finalmente, un día, tendido en su cama, el chico vio a su hermana en el reflejo de la ventana. Estaba sentada en su estomago. Le dio tanto miedo que quedó paralizado y vio como la hermana lo mataba de un cuchillazo en el corazón. Lo extraño es que esta vez no lo lastimo, ni murió, ya que él estaba sufriendo, y eso era lo que ella quería. Ella no deseaba matarlo para que continuara atormentándolo en el otro mundo. Desde ese día, el chico está internado diciendo que su hermanita quiere hacerlo sufrir.
Según parece, desde ese momento, aquella niñita ha aparecido en espejos de múltiples hermanos y hermanas mayores que hacían sufrir a sus hermanos pequeños y les ha dado una lección con su cuchillo. Actualmente, se han registrado 132 casos de chicos y chicas que están en diferentes psiquiátricos diciendo que una niñita los apuñala cuando se ven al espejo.

El espíritu de la niña sigue buscando venganza protegiendo a los más débiles. Por eso, te recomiendo, antes de hacer sufrir a un pequeño, recuerda esta historia, ya que, si no la recuerdas, tendrás que prepararte para un sufrimiento de por vida y olvídarte de tu reflejo.


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Cuento de terror- La Casa Maldita



LA CASA MALDITA

Esta es la historia de tres hermanos ingleses, muertos hace ya 5 años. Ellos eran Tom, Jake y Hanna. Tenían 17, 15 y 13 años respectivamente.... Estaban pasando el verano en un pueblo al lado de la costa, con sus abuelos, ya que sus padres no podían salir de la ciudad por el trabajo. Los días pasaban apaciblemente para los chicos, iban a la playa, daban paseos en bici, ayudaban a sus abuelos con la casa, etc...

Un día, a finales de julio, Jake comento que hiendo por ahí en bici, había visto una casa en los acantilados y por su aspecto parecía que hacia bastante que nadie la ocupaba. Eso a Hanna le pareció muy interesante, porque a pesar de que podía parecer una niña dulce y mimosa, en realidad era un poco extraña y solitaria (solo se relacionaba con sus hermanos y familia)... le encantaba todo tema que conducía a lo misterioso, sobre todo lo relacionado con fantasmas y leyendas y todo ese tipo de cosas. Así que decidió hacer una visita a esa peculiar casa. Al saber eso Tom, le ordeno que nunca se le ocurriera acercarse y si lo hacia seria con su supervisión, ya que era normal que al querer hacer alguna de las suyas pues se haya metido en líos bastante gordos.

 Eso a Hanna no le molesto mucho, porque pocas veces eran las que le hacia algún caso así que esa misma noche junto con Jake (que finalmente convenció para que le enseñara donde esta la casa) cogieron sus bicis y tomaron rumbo al lugar. Pero claro esta Tom se entero de ello y les siguió para que nada malo les pasara.
Era casi la una de la madrugada cuando Jake y Hanna se detuvieron justo delante de la puerta y antes de que pudieran abrirla llego Tom y les metió un susto de muerte.

TOM: eso es para que aprendáis que a mi no me engañáis enanos. 
JAKE: bueno, bueno no te pongas así, pero ahora que hemos llegado hasta aquí, entraremos ¿no?

Se pusieron de acuerdo y entraron a la casa. Nada más abrir la puerta salio un olor a humedad increíblemente fuerte, tuvieron que pasar unos minutos a que se acostumbraran al olor o por lo menos que al tener algo abierto se fuera yéndose poco a poco. Pero había otro inconveniente aparte del olor, no se veía casi nada, pero por suerte Tom había sido previsor y había cogido unas linternas. Al entrar lo primero que vieron es que había un pequeño recibidor en el cual había unas escaleras que subían al piso superior y unas puertas por las que cuales se iban a la cocina, el cuarto de estar, un pequeño cuarto de baño y había como un armario empotrado, en el cual se encontraron algún que otro paraguas viejo y roto y un par de botas de agua amarillas, como de pescador. 

Cuando subieron al piso de arriba vieron que había un pasillo con puertas hacías los dos lados, así que decidieron separarse e ir mirando las habitaciones una por una. Todo fue bien hasta que Hanna entro en una habitación un tanto peculiar. Estaba llena de muñecas colocadas en la pared. Había una cama, una mesilla y un escritorio con una silla. Todo parecía normal pero de repente al mirar por el rabillo del ojo le pareció ver a alguien sentado en el borde de la cama. Volvió la cabeza y se encontró a una niña, vestía con ropa antigua y al ver en el estado en que se encontraba salio corriendo y gritando. La niña de la cama no tenía algunas partes y tenia la cara llena de sangre. Además las muñecas de la pared empezaron a moverse y oyó perfectamente como decían "Nunca jamás saldrás ¡nunca jamás!¨.

Entonces empezó a gritar con todas sus fuerzas y a lo que iba a salir del dormitorio la puerta se cerro de un portazo. Intento abrirla, grito pidiendo auxilio... Fue entonces cuando Tom y Jake la oyeron y salieron corriendo hasta la puerta de donde estaba encerrada. Intentaron echar la puerta abajo, pero no pudieron. Hanna no dejaba de gritar, hasta que llego un momento en que ya no se la oía más.

 Fue entonces cuando sus hermanos se temieron lo peor. Después de diez minutos de intentar abrir la puerta lo consiguieron y al entrar vieron lo peor. Hanna estaba tumbada encima de la cama boca arriba, con parte de la cara cubierta de sangre, al acercarse su miedo aumento al ver que le habían arrancado algo de ella, pero... ¿y donde estaban?. Pero en ese momento lo único que les interesaba era poder salir de allí y contarle a alguien lo que había sucedido y que fueran a buscar el cuerpo sin vida de su hermana pequeña. Cuando ya habían salido y estaban delante de la puerta principal y fueron a abrirla no pudieron. Alguien la había cerrado y no podían salir, así que intentaron romper alguna de las ventanas, pero tampoco podían, era como si la casa no quisiese dejarlos salir.

Intentaron no ponerse más nerviosos de lo que estaban y pensar una solución, en ese momento Jake recordó que en la entrada había un armario empotrado y había visto algo sin que Hanna ni Tom se percataran. En el interior del armario había visto una rendija, parecía como si fuera un armario con doble fondo. Así que sin pensarlo dos veces se dirigió al armario lo abrió e intento abrir la pared falsa. Mientras tanto Tom, había ido a la cocina porque se había dado cuenta de que allí también había una puerta que daba a un jardín e intentaba abrirla, pro también estaba atascada.

Jake mientras tanto consiguió abrir el doble fondo del armario, pero lo que se encontró le aterrorizo. Había el cadáver de un hombre vestido de traje, pero lo realmente asqueroso es que aun tenía jirones de piel y  huesos. Le empezaron a dar arcadas y tubo que cerrar la puerta para no terminar vomitando de verdad.... Y cuando iba a ir a la cocina donde estaba su hermano, la puerta del armario se abrió de repente y un del hombre fallecido salio. Jake se quedo sin palabras, no podía moverse y por mucho que intentara llamar a su hermano no pudo. No le salían los sonidos de la garganta. Y antes de que se diera cuenta esa "cosa" le había partido.

Mientras todo esto ocurría, Tom buscaba como un desesperado algo que le indicara como podía salir de esa casa. Aunque no tenía mucho sentido empezar buscando por la cocina, por algún lado tenía que hacerlo y no descartaba ningún lugar. Cuando vio que allí perdía el tiempo decidió salir a la entrada para seguir buscando por el cuarto de estar. Pero cuando al salir vio a su hermano Jake muerto también, algo roto cambio de opinión y empezó a gritar y a llorar como un loco.... paso así unos cinco o diez minutos, hasta que se desahogo completamente. Pero aun así se sintió completamente inútil. 

El, siendo el hermano mayor no había podido proteger a sus hermanos y ahora el único superviviente era el. Pero entonces algo milagroso ocurrió. La puerta principal se abrió. Eso significaba que podía irse, pero tendría que contarle a alguien lo sucedido y todo el mundo le echaría la culpa a él de sus hermanos, porque además tenía manchas de sangre de cuando había visto a su hermana, ya que se acerco demasiado a ella. Así que decidió no salir. Y antes de que amaneciera y sus abuelos se dieran cuenta de que no estaban ninguno de los tres en la casa, Tom había cogido un jarrón de cristal que había por allí, lo rompió y con unos de los trozos decidió irae con sus hermanos por el remordimiento de no poder haber ayudado.

Después de pasar unos 3 días buscándolos por todas partes, la gente del pueblo fue hacia la casa del acantilado, a pesar de que no les gustaba aquel lugar por la historia que guardaba. Allí, en esa misma casa, una niña habían destruido brutalmente y nada se supo jamás de su asesino.

Cuando hubieron llegado ya a la casa y vieron las bicis de los niños se temieron lo peor. Y así fue. Al primero que encontraron fue a Jake, con el cuerpo roto, después a Tom que se había cortado  y para rematar también se había echó más. Y ya en el piso de arriba encontraron a la pequeña, sin algunas partes.

Desde que muriera aquella niña, el pueblo no había recibido un golpe tan fuerte. Fue entonces cuando decidieron destruir la casa para que nada más ocurriera, sin intentar saber lo que había pasado esa noche.
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Las brujas de Tlaxcala



Hace algunos años en el estado de Tlaxcala muchos niños recién nacidos murieron en sus cunas, y generalmente eran pequeños que no habían sido bautizados, por lo cual entre los habitantes las sospechas de la existencia de brujas tomaba fuerza, pues esta leyenda inició en le época prehispánica cuando se hablaba acerca de diversas mujeres que se convertían en animales para entrar a las casas y chupar la sangre de los bebés; a estas brujas también se les denominaba nahuales.

Para ser más exactos, a principios de los años 90´s una epidemia invadió el  Estado del cual hablamos, pues muchos bebés durante la madrugada morían en sus cunas y en todos los casos coincidía la aparición de moretones en el pecho y en la espalda de los pequeños. Estas marcas según comentan los pobladores, se debían a las brujas, que por la noche viajaban conviertiéndose en bolas de fuego que se podían ver en el cielo y que hacían que las personas adultas se sintieran somnolientas, oportunidad que ellas aprovechaban para succionar sangre a los bebés hasta matarlos.

Para detener estos sucesos, los pobladores decidieron utilizar algunos métodos que hace mucho tiempo se utilizaban pata ahuyentarlas como poner espejos en las paredes, colocar tijeras abiertas debajo de las almohadas de los bebés, vasos con agua debajo de las cunas o amarrando listones en las manitas de los pequeños.

Fue así como poco a poco estos acontecimientos fueron dejando de ocurrir, sin embargo a la fecha aún podemos escuchar este tipo de relatos en donde grandes bolas de fuego recorren el cielo en busca de pequeñas criaturas para alimentarse.

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Hotel California



Cuenta la leyenda que un joven viajaba por la carretera en su auto de noche, estaba por quedarse dormido y disminuyo la velocidad, entonces vio una silueta en la veda del camino que hacia señales de autostop, era una joven hermosa. El chico se detuvo y le pregunto en que dirección viajaba, ella le dijo que adonde fuera estaba bien y él la invito a subir.

Mientras viajaban ella le contaba un poco de su vida, nada fuera de lo común, una chica joven en pos de aventuras por los caminos de los Estados Unidos, tenia cierto aire de hippie o bohemia tal vez. El joven fue quedando poco a poco cautivado por ella. Llegado un momento la chica noto el cansancio del joven y le dijo que conocía un hotel de cerca de allí, lo suficiente barato y cómodo, llamado Hotel California.

El joven siguió las instrucciones de la chica y llegaron al hotel en cuestión, era atendido por un ex-capitán de la naval quien les dijo que el lugar estaba lleno y solo tenia una habitación disponible. Tomaron la habitación y les dieron una botella de vino barato como cortesía, una vez dentro el chico no pudo más y le confeso sus sentimientos a la joven, quien lo acepto con un beso, pasaron la noche juntos entregándose a su amor de forma apasionada, ella estaba tan contenta que quiso ir a casa a presentarle a su familia a su nuevo amor, ambos pasaron una noche maravillosa.


A la mañana siguiente el joven despertó en su automóvil, estacionado en la veda del camino, confundido trato de aclarar su mente y la única respuesta lógica que hallo fue que se quedo ebrio y la chica se adelanto a casa, sin embargo muchas cosas no cuadraban en su mente. Decidió ir a la ciudad y dirección donde su amor dijo vivían sus padres, al llegar fue atendido por un anciano amable que lo invito a pasar, dentro pudo ver fotos de su amada y su familia entera, con ello supo que había llegado al lugar correcto.

El anciano se presento como padre de la chica, al cual el joven contó como conoció a su hija y de sus intenciones para con ella, el hombre tuvo una sonrisa amarga en su rostro y le dijo estas palabras: “Cada año en esta fecha un joven diferente viene aquí y nos cuenta la misma historia, sin importar que cambiemos de domicilio siempre vienen. Vera joven, mi hija se hallaba viajando cuando fue asesinada en el Hotel California por el propietario hace como 17 años ya, el único en salvarse fue su novio con quien iba a casarse al volver a casa. Ahora el hotel no existe más y su dueño fue condenado y ejecutado en la silla eléctrica el mismo año en que mi hija murió”.

El joven se quedo helado de terror, pues era uno más de los que había visitado el Hotel California, y lo que más lo asusto es que no seria el último.

Si algún día viajan por los caminos de Estados Unidos de noche y una mujer les hace autostop justo antes de sientan sueño, recójanla pues tendrán la oportunidad de ayudar a liberar el alma de una joven inocente atrapada en las garras de un loco que no la deja descansar en paz…



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La Niña con Cabeza de Muñeca



Hace muchos años en Aguascalientes nació una terrible historia cuando una niña acompañó a su padre a trabajar en el aeropuerto donde arreglaba aviones. El padre dejó a la niña en un lugar seguro mientras él iba a reparar una turbina, lamentablemente la niña por curiosidad fue a jugar junto con su muñeca muy cerca del avión, que en cuanto funcionó, la turbina extirpó la cabeza de la niña y el cuerpo de su muñeca.

Los trabajadores solo escucharon un desgarrador grito de la niña, cuando fueron a buscarla, encontraron el cuerpo de la pequeña y la cabeza de su muñeca, pero sus otras extremidades nunca fueron encontradas. Pasó el tiempo y ese aeropuerto se convirtió en el Parque Héroes Mexicanos, en cuanto comenzó a funcionar, fenómenos paranormales comenzaron a ocurrir a los visitantes del parque durante las noches.


Hay testigos que dicen que cuando está más desolado el parque, es cuando el espíritu de la niña se manifiesta, siempre empieza con un susurro en el cual la niña pregunta ¿Quieres jugar conmigo?, muchos salen corriendo sin ver hacia atrás, pero los que se atreven a voltear aseguran ver una niña ensangrentada cuya ropa esta desgarrada y su cabeza es el de una tétrica muñeca.

Incluso muchos padres de familia han visto que sus hijos juegan con alguien que no pueden ver, sin embargo los niños se refieren al ser invisible como a una niña. Los rumores dicen que la niña aún no puede irse a descansar ya que su cabeza y parte de su muñeca aún siguen en el parque.


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Bebé Dientitos



Era una noche fría cuando un ingenuo poblador decidió visitar lo que a el tanto le gustaba, la cantina. Entre copa y copa este personaje se fue emborrachando y de repente en su afán de verse valiente grito a todos que a él, el diablo le pelaba los dientes; en ese momento un silencio envolvió el lugar y algunos murmullos de los que ahí se encontraban hicieron que nuestro querido amigo se sintiera incómodo.

Decidió regresar a su casa, y caminando por el sendero obscuro en donde solo la luna podía alumbrarlo de pronto escuchó el llorar de un bebé.

Tratando de seguir el lamento, por fin pudo ver que un pequeño envuelto con una ligera cobija se encontraba entre la maleza y los matorrales completamente solo.


No creyendo lo que sus ojos veían, el hombre decidió llevar consigo al bebé a quien mientras caminaba logró tranquilizar; sin embargo cada paso se iba haciendo más cansado pues la criatura que llevaba en brazos se iba haciendo más pesado.

No pudiendo dar un paso más, el hombre se agachó… no podía creer lo que estaba pasando, el bebé se empezó a transformar, sus ojos se empezaron a poner rojos, su mirada era demoniaca, su dientes empezaron a crecer y a volverse filosos y de pronto solo se le escuchó decir: “Mira papi, ya me salieron mis dientitos”.

Aterrado con lo que estaba pasando el sujeto corrió hasta llegar a casa, se había dado cuenta que había tenido un encuentro con el diablo y además, le había pelado los dientes.

Esta solo es una de las tantas versiones que se cuentan, pues muchos traileros comentan que ellos también han podido ver al famoso bebé “dientitos”.


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